Una vez reunidos al final de la mañana los "bicicleteros" y los "autobuseros" tuvimos una muy entrañable, divertida y mágnífica comida, regada con sidra El Gaitero que no podía faltar, de fin de estancia en los Altos Pirineos. E inmediatamente al autobús, que quedaba un largo trecho hasta Oviedo con parada para cenar en el "Alto del Caballo", en Cantábria.
¡Que maravilla de viaje!
Ni un solo inconveniente,
Ni una sola mala cara,
Todos trabajando a una,
Y así el sufrimiento se pasa.
Si vas el último, te animan,
Si el primero, te agasajan,
Si vas en un pelotón, disfrutas,
Si en el autobús,… los pasas.
¿Se volvera a repetir tamaña gesta asturiana?
Yo creo que si, pues mañana,
coge Pedro Ortún las riendas
de este grupo cicloturista,
y es hombre de muchas ganas.
Las altimetrías y el album de fotos, en la siguiente entrada para no alargar más esta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario