Casi todo el mundo conoce la Ley de Murphy: Si algo puede salir mal, saldrá mal. Pues bien, ante tan fatal ley existe su contraria como ha demostrado el Grupo Cicloturista del Centro Asturiano de Oviedo.
Si algo tiene posibilidad de hacerse mejor, nosotros lo haremos mejor, y explico: nuestra salida estrella de 2010 era la marcha a los Alto Pirineos franceses con sus míticos puertos y creo que todos recordaremos aquellos días como algo fantástico, insuperable. 
Pues no; no era insuperable pues llegó la marcha estrella de nuestro calendario de este año: Pirineos 2011 que superó de forma abrumadora lo disfrutado y sufrido, lo subido y lo bajado del año anterior.
Pues no; no era insuperable pues llegó la marcha estrella de nuestro calendario de este año: Pirineos 2011 que superó de forma abrumadora lo disfrutado y sufrido, lo subido y lo bajado del año anterior.
Este año, con la experiencia adquirida se modificaron dos cuestiones fundamentales: Por un lado salir un día antes, y tempranito, que el año anterior supo a poco y se podría aprovechar este mismo día para hacer alguna subidita. Por otro, en vez de ir en autobús, alquilamos monovolúmenes de ocho plazas y un furgón para las bicis que conducíamos nosotros mismos ganando muchas horas de viaje como luego se comprobó.
Este sistema permitía que los grupos más homogéneos partieran juntos hacia su ruta, eso sí, cumpliendo las “rígidas normas” de funcionamiento como grupo impuestas por Eugenio del que, por fin nos hemos enterado de su secreto: no es que tenga buena memoria; es que, al parecer, le han implantado un chip en el cerebro con el programa de Google Maps.
Este largo prólogo podría haberse ahorrado pero es que cuando se recuerdan esos maravillosos días, los recuerdos fluyen y es una delicia dar al “play” de la memoria.
Salimos el jueves 23 de Junio, excepto el que esto escribe y Ramón que disponíamos de un permiso “especial de pernocta” de un día más por lo que salimos el miércoles, también muy temprano, aprovechando la tarde para subir el Col de Hautacan ( 1.653 m, 16,3 Km y 290 coef de dificultad).
Creo que lo subimos pues la niebla no dejaba ver a cinco metros. Al final sí que pudimos ver con mucha dificultad el cartel indicador de coronación del Col junto a otro que ponía “gran vista panorámica”. Nos quedamos perplejos. Ni siquiera salieron las fotos hechas a tres metros. Pero el primer objetivo estaba cumplido.Igualmente se cumplió el día siguiente por todo el grupo subiendo otro puerto mítico: Luz Ardidén ( 1.715 m, 13,9 Km, 233 coef dif), también con frío y niebla en los últimos Km. pero el calor de sentirse ya en grupo compensaba con creces y animaba la tarde. Unas jarras de cerveza buena y baratita después de la ducha ponían las endorfinas a tope.
Este mismo día y al final de la cena, Eugenio, el del chip implantado, con voz ceremoniosa y profunda comentó el recorrido del día siguiente enumerando los puertos a escalar: salida neutralizada desde el Hotel y recorrido de la calle principal (la carretera) de Luz Saint Sauveur, inicio de la subida al Tourmalet ( 2.115 m; 18,8 Km; 318 Coef dific: ), y a continuación ascensión de Gavarnie-Boucharo (2.270 m, 30,9 Km, 304 Coef. dific), Circo de Tromouse (2.092 m, 27,2 km, 271 Coef dific), Saugué (1.625 m, 6,7 km, 171 Coef dific) y por último Luz Ardiden (1.715 m, 13,9 Km, 233 coef dif. En total cinco puertos de 1º o de “hors categorie”, es decir, la pera.
Cuando terminó de enumerarlos, la chiquita que recogía el comedor (nosotros éramos los últimos, no podía ser de otra manera) que hablaba muy bien el español esbozó una risita a medida que se nombraban los puertos a subir, que se convirtió en carcajada (al terminar de nombrarlos) pensando “pero bueno, ¿Dónde creen que están estos pininos?” Luego veréis porqué digo esto.
A todo esto hay que decir antes de pasar al “día super-estrella”, que Pedro Ortún había preparado y personalizado perfectamente las bolsas de avituallamiento de productos no perecederos para todas las jornadas. Bien buenos que eran.
A la mañana siguiente, el mencionado “día estrella”, como estaba previsto, salimos en grupo y recorrimos, ya subiendo, Luz Saint Sauveur camino del Tourmalet. Y como “estaba previsto”, los asturianones del Equipo A hizo “la manita”, los cinco puertos antes dichos con un recorrido de 160 Km, más de 5.500 m de ascensión y bastantes horas sobre el sillín, de lo cual alardearon de forma discreta ante la incrédula francesita.
El resto del pelotón se organizó por grupos según sus fuerzas y el “Equipo Z”, el de los más veteranos, subimos el Tourmalet y a continuación llegamos hasta el pueblo de Gavarnie, a unos de 1.200m de altura con vistas espectaculares hacia un semi-circo de montañas y una enorme cascada.
Del Tourmalet hay que decir dos cosas: una buena y una mala. Empezaré por la mala:
Cuando me faltaban unos 5Km. para coronar, el Equipo A ya bajaba a toda pastilla lo cual me pareció un “insulto” y se lo dije a voces pero parece que no me oyeron porque no se pararon a pedirme cuentas de en qué me habían insultado…
La cosa buena es el ambientazo ciclista que se respiraba en la cima. Con un trasiego continuo de grupos que llegaban por ambas vertientes, que marchaban, un cicloturista solitario con unas alforjas de 30Kg., un joven matrimonio valenciano arrastrando sendos carritos con un niño en cada uno, el conocido personaje vestido de diablo rojo con un tridente que sale en casi todos los puertos del Tour de Francia, en fin como la calle Uría el día de América en Asturias (eso sin exagerar).
Hasta el más veterano del grupo tuvo sus risitas con una cicloturista de muy buen ver.
Al día siguiente, sábado, era día de viaje de Francia a España, que algunos hicieron en bici y otros llevaron los vehículos. Con subidas al Marie Blanque por Bielle ( 585 m de ascensión, 11,4 km y 121 Coef dific.) y terminando con la ascensión al puerto extrella de esta edición de Pirineos, el temible Larrau ( 957 m. de ascensión, 10,7 Km, 380 Coef de dific ) que no por desconocido es menos duro ni mucho menos, tuvimos el descanso y avituallamiento en la cima y a continuación, igualmente unos en bici y otros en vehículos, traslado hasta Isaba, en el Pirineo navarro.
El Domingo día 26 de Junio, último de la marcha por los Pirineos, nos recibió con un tiempo muy agradable, totalmente despejado y, por fin, pudimos estrenar el maillót que se había encargado para que quede como recuerdo de estos días y que el tiempo frío de Francia impidió estrenarlo en el Tourmalet.
El día ciclista se saldó con la subida a La Piedra de San Marín, frontera con Francia y a más de 1.800m de altura. Con carretera magnífica y con el calor que empezaba a apretar hicimos una subida festiva y sin demasiadas prisas.
Arriba, las fotos de rigor, todos con el mismo maillót, y un avituallamiento mientras se disfrutaba del paisaje.
La bajada, con esa carretera como de seda, fue magnífica si bien el del chip en el cerebro me echó una bronca cariñosa por el riesgo excesivo que estaba tomando por intentar filmar en video al grupo, y con razón.
Ya queda poco; llegada agrupada a Isaba, ducha, aperitivo y gran comida de fin de estos días tan fenomenales que pasamos juntos.
Hubo los repartos, a los 28 participantes de esta edición, de obsequios que hacía el Centro Asturiano de Oviedo, unos llaveros con inscripción conmemorativa y, como no, el que siempre nos trae Quique-Caja (perdona Enrique pero esta familiaridad es consecuencia de nuestra buena amistad).
No sería justo terminar sin mencionar a algunos componentes de la expedición ( no se me reboten los no citados, por favor). Me estoy refiriendo a Pedro Ortún, a Eugenio Martínez Zamora, Nacho Pumares, Fernando Álvarez y otros más…y no se nos olvida el gran ciclista y mejor persona Juan que desinteresadamente se convirtió es pieza indispensable en la logística de preparar y organizar las 26 bicicletas en el furgón.
Y termino justificando el titular de este relato: Prácticamente todos pensábamos que Pirineos 2010 fue inmejorable pero nos equivocábamos. Pirineos 2011 ha superado con creces las mejores expectativas que llevábamos todos. Doy las gracias a todos pues cada uno ha puesto, no su grano, la gran piedra de la amistad y el compañerismo para que estas jornadas queden ancladas en la memoria de todos y cada uno de nosotros.
¿Podremos mejorarlo el año que viene? Visto ahora parece difícil, pero aquí viene la Contra-Ley de Murphy del titular. Si puede mejorarse, lo mejoraremos. Gracias amigos.
NOTA: Aunque tendreis las fotos vistas y re-vistas, por si acaso a alguien le falta alguna, se podrán ver las fotos de Pirineos-1 (días 23 y 24) y Pirineos-2 (días 25 y 26 de Junio) en los siguientes enlaces respectivamente:
